¿Qué sorpresas depararán los Oscar?

Los candidatos con más posibilidades de ganar pueden dedicarse a pulir sus mohínes de sorpresa y preparar sus discursos, mientras que los probables perdedores agradecen estar avisados: ya no se tienen que preocupar de los discursos, ni de aparecer demasiado tristes cuando escuchen el anuncio.

Había una vez, antes de que existieran Internet y sus webs dedicadas a especular sobre los Oscar, cuando millones de personas se reunían frente a la televisión una vez al año, mordiéndose las uñas de nervios ante quién ganaría los mayores trofeos cinematográficos del mundo.

Hoy en día, esa imagen resulta casi tan pintoresca como la de esperar las noticias de hoy en los diarios de mañana.

Y es que casi todo el mundo que lo quiera, puede saber la mayoría de resultados de los Oscar con cierta antelación y casi con total seguridad.

Esto se debe a que los expertos han averiguado que muchos de los principales galardones se pueden predecir fácilmente echando mano de tendencias históricas y los resultados del resto de trofeos de Hollywood, como los premios del sindicato de actores, productores y directores.

Pero por si estos indicadores no fueran suficientes, a los especialistas con buenos contactos no les resulta difícil olfatear dónde estarán los premios en una ciudad tan estrechamente interconectada como Los Angeles, donde sólo unas 6.000 personas deciden los Oscar.

Así, a quienes deseen vivir el efecto sorpresa de la velada se les recomienda evitar webs especializadas como GoldDerby.com, que recoge las predicciones de expertos en un fiable indicador sobre los Oscar.

Para verificarlas, también se puede visitar alguna de las numerosas webs de apuestas donde el éxito en los galardones queda reducido a la mera probabilidad de acertar. Todo esto puede arruinar el suspense de la noche, pero puede ser muy útil para los nominados.

Los candidatos con más posibilidades de ganar pueden dedicarse a pulir sus mohínes de sorpresa y preparar sus discursos, mientras que los probables perdedores agradecen estar avisados: ya no se tienen que preocupar de los discursos, ni de aparecer demasiado tristes cuando escuchen el anuncio.

Los espectadores de los Oscar más tradicionales quizá prefieran no saber que la gran favorita a la mejor película es “Argo”, un thriller sobre el rescate de rehenes estadounidenses en Irán escrito y dirigido por Ben Affleck, y que ha sido elegido por 24 de los 25 expertos en GoldDerby.com. La casa de apuestas William Hill señala que tiene 24 veces más opciones de ganar que la segunda favorita, “Lincoln”

. De forma similar, todo apunta a que Daniel Day-Lewis (“Lincoln”) y Jennifer Lawrence (“Silver Linings Playbook”) levantarán la estatuilla al mejor actor y actriz, mientras que Anne Hathaway (“Los Miserables”) tiene todas las papeletas para llevarse el de actriz de reparto.

Más complicada está la predicción del actor de reparto, con Tommy Lee Jones (“Lincoln”) liderando por poco el ranking frente a Robert De Niro (“Silver Linings Playbook”) y Philip Seymour Hoffman (“The Master”).

El Oscar a la mejor dirección parece ir destinado a las estanterías de Steven Spielberg (“Lincoln”), mientras que el de mejor guión original se bate entre “Django Unchained” y “Zero Dark Thirty”.

El guión adaptado se espera que sea para “Lincoln” y no para “Argo”, mientras que “Amour” tiene casi garantizado el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Con todo, seguirá mereciendo la pena ver la gala, que se retransmite en directo en 225 países.

¿Cómo estará de fantástica Barbra Streisand en una de sus escasas actuaciones en directo, y cómo quedará frente a ella Adele? E igual de importante, ¿qué vestirán las estrellas en la alfombra roja? También será interesante ver si el maestro de ceremonias, Seth MacFarlane, logra encontrar la fórmula adecuada para relanzar la gala tras años de cuotas de audiencia decadentes.

Según contó, ha pedido consejo a muchos de sus colegas de Hollywood, aunque sin mucho resultado porque los “aniquiló” en su sitcom animada “Family Guy”. Con todo, algunos de sus predecesores, como Billy Crystal y Hugh Jackman, sí le dieron alguna pista.

La más importante provenía de este último, dijo MacFarlane recientemente a Jay Leno.

“Lanza todos tus chistes antes de la mitad de la gala, porque a partir de ahí tendrás a un montón de decepcionados entre el público que han perdido en sus categorías”, señaló. “Y no están dispuestos a reírse.”

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