Los desarrollos de Manafort desencadenan un nuevo debate de “colusión”

 La revelación de que el ex presidente de la campaña del presidente Trump, Paul Manafort, supuestamente compartió los datos de las encuestas con un ruso sospechoso de vínculos con la inteligencia del Kremlin durante la carrera presidencial de 2016 ha provocado un nuevo debate sobre la “colusión” en Washington, los demócratas en el Capitolio ven el detalle como quizás la señal más cruda de que la campaña de Trump se haya coordinado con Moscú para interferir en las elecciones.

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Pero sus homólogos republicanos, junto con el abogado del presidente dicen que ese no es el caso. “Si compartir datos de sondeo con su antiguo socio en carreras políticas en Ucrania es una colusión, entonces supongo que lo es. “No lo percibo como una colusión”, dijo a The Hill el senador Richard Burr (R-N.C.), Presidente del Comité de Inteligencia del Senado que dirige la investigación de Rusia en la cámara alta. El abogado de Trump, Rudy Giuliani, en una entrevista con The Hill rechazó compartir la información de las urnas. ¿Debería haberlo hecho él? No. Pero no hay nada de criminal en eso “, dijo Giuliani.

Aún así, la revelación, junto con los nuevos detalles sobre un abogado vinculado al Kremlin que se reunió con la campaña en la Torre Trump durante el calor de la carrera presidencial, ha planteado nuevas preguntas sobre los vínculos del equipo de Trump con Rusia, y muchos se han preguntado qué se pudo haber hecho con los datos, que Manafort supuestamente entregó a su antiguo socio comercial, Konstantin Kilimnik, en medio de un creciente esfuerzo del gobierno ruso para utilizar el hacking y las redes sociales para entrometerse en la votación presidencial con el objetivo de inclinarlo en favor de Trump sobre Hillary Clinton.

Los abogados defensores de Manafort revelaron inadvertidamente en un expediente judicial el martes que el abogado especial Robert Mueller había acusado a su cliente de mentir sobre compartir datos de encuestas con Kilimnik “relacionados con la campaña presidencial de 2016”. Parecían reconocer que se produjo la interacción, pero refutaron la idea de que Manafort mintió al respecto, señalando que “no pudo recordar detalles específicos” antes de que su “recuerdo se actualizara” por el abogado especial.

El New York Times informó posteriormente que Manafort y Rick Gates, su ex socio de negocios, enviaron los datos a Kilimnik en la primavera de 2016 y le ordenaron que se la diera a dos oligarcas ucranianos, Serhiy Lyovochkin y Rinat Akhmetov. Un portavoz de Manafort se negó a comentar sobre el informe del Times, sigue sin estar claro qué había detrás de la transferencia o qué pudo haber hecho Kilimnik con la información, pero ha planteado acusaciones de los demócratas.

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