Feroz tiroteo durante concierto en Las Vegas deja 59 muertos

Un hombre de 64 años abrió fuego contra los asistentes a un recital al aire libre en Estados Unidos, asesinando a decenas de personas y dejando más de 500 heridos.

Las Vegas (Agencias)

El terror ha vuelto a Estados Unidos. Un hombre mató a 59 personas e hirió a más de 500 en un concierto al aire libre en Las Vegas la noche del domingo, en el tiroteo más mortífero en Estados Unidos, desde el atentado del 11 de setiembre de 2001 (11-S).

En un mensaje televisado a la nación, el presidente Donald Trump dijo que lo ocurrido era “un acto de pura maldad”. “Sé que estamos buscando algún tipo de significado en el caos, algún tipo de luz en la oscuridad. Las respuestas no vienen fácilmente”, dijo el mandatario en tono sombrío, anunciando que viajará mañana a Las Vegas. Trump luego encabezó un minuto de silencio en el jardín de la Casa Blanca, mientras el Congreso hacía lo propio en el Capitolio.

¿Vínculo terrorista?

El atacante, un hombre blanco de 64 años identificado como Stephen Paddock, abrió fuego sobre la multitud desde el piso 32 del hotel casino Mandalay Bay y luego aparentemente se suicidó, informó la policía.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó la masacre y dijo que Paddock era un “soldado” “convertido al Islam hace algunos meses”, pero la policía federal (FBI), que investiga el ataque, descartó por ahora lazos con una organización “terrorista”. En su último balance de víctimas, las autoridades elevaron a 58 la cifra de muertos y a 515 las personas hospitalizadas por la tragedia.

Al menos ocho rifles fueron hallados en la habitación donde estaba Paddock, un jubilado que vivía junto a un apacible campo de golf a unos 130 km de Las Vegas, dijo la policía. Eric Paddock, el hermano del atacante, aseguró que Stephen “no tenía afiliación religiosa, ni afiliación política”, ni tampoco antecedentes de enfermedad mental, y aseguró que “no era un tipo ávido de (usar) una pistola”.

Escena de guerra

Unas 22,000 personas asistían al concierto en el centro de la meca del juego, en el marco de un festival de música country de tres días llamado “Route 91 Harvest”, cuando comenzaron los disparos. “Parecían fuegos artificiales”, comentó un testigo, Joe Pitz.

El cantante Jason Aldean, que logró escapar, estaba en el escenario cuando se escucharon las primeras ráfagas. A los pocos segundos dejó de sonar la música, según varios videos grabados por testigos.

Robert Hayes, un bombero de Los Ángeles que estaba viendo el concierto cerca del escenario, dijo que primero pensó que los disparos se debían a un mal funcionamiento del equipo, pero no tardó en sumarse a los socorristas. “Probablemente declaré muertas de 15 a 20 personas”, contó a Fox News. “Era como una escena de guerra”.

Mesas y vallas de metal se convirtieron en camillas improvisadas, dijo Hayes, que consideró que con las miles de personas concentradas, Paddock “no tenía que ser bueno” disparando para producir esa masacre.

Imposible de prevenir

Expertos consultados por AFP coincidieron en que hubiera sido prácticamente imposible prevenir algo así. Tegan Broadwater dijo que era inviable revisar cada equipaje que entra a un hotel y que la solución podría ser tener francotiradores custodiando eventos como estos. Pero igual no sería garantía de nada, dijo.

Para Shawn Engbrecht, de la empresa Cass Global Security, el saldo de muertos pudo haber sido incluso el doble. “La solución obvia es quitar las armas de fuego. Es difícil herir a más de 500 personas y matar a 58 personas con una botella de cerveza”, dijo.

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