Fuente: Observador

La presidenta del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente, Gabriela Fulco, también perito psicóloga en Criminología, dijo el consumo de drogas por parte de Cristian Pastorino, alias el Kiki, potenciaron un trastorno de la personalidad severo que no fue atendido a tiempo.

A su juicio, el parámetro de conducta de Pastorino, homicida de su pareja y de la cajera del supermercado Super Vero, venía “siendo igual” desde el primer ingreso que tuvo en el sistema de reclusión adolescente, en 2011, tras cometer una rapiña especialmente agravada.

“Hubiera requerido de estudios profundos cuando surgieron estas inconductas tempranas escolares y en la primera pubertad”, aseguró Fulco, informó Subrayado. Esas situaciones ocasionaron un daño emocional que no fue atendido a tiempo y aumentó por rasgos de personalidad y el consumo de sustancias.

“Como bien señaló la mamá, de alguna manera lo notaban despegado del núcleo familiar normal”, señaló la funcionaria en conferencia de prensa. Y añadió: “El parámetro de conducta venía siendo igual que el primer ingreso que tiene en la institución. Quiere decir que esto viene de muy atrás. Creo que eso se abona con la cotidianidad de consumo de sustancias, que potencian una personalidad disocial y un trastorno de personalidad severo.

Fulco detalló las señales que presentan niños y adolescentes a través de los trastornos de conducta y que son alertas que deben tenerse presentes: descenso del rendimiento escolar, violencia entre pares y con animales, dificultad para cumplir con las normas básicas de convivencia dentro del núcleo familiar y que luego se traslada al irrespeto hacia la autoridad escolar.

El Kiki venía siendo buscado por la Policía desde el 9 de diciembre, luego de que matara a su pareja de varios disparos.