Las canchas del Arthur Ahes quedaron vacias por la lluvia

Historia del Tennis

Un moderno torneo en pista dura

Las canchas del Arthur Ashe,quedaron vacias por la intensa lluvia

El Abierto de Estados Unidos de tenis ha sufrido numerosos cambios hasta convertirse en el moderno Grand Slam que hoy conocemos. Originalmente, estaba organizado para el entretenimiento de la clase alta de la sociedad norteamericana. La primera edición fue acogida en el Casino de Newport, en agosto de 1881, bajo el título de “US National Singles Championship” (campeonato nacional individual de EE.UU).

La participación estaba restringida a aquellos clubes que eran miembros de la United States National Lawn Tennis Association y los jugadores eran únicamente varones, que competían en individuales y dobles (ésta última a partir de 1900). El primer campeón fue Richard D. Sears, que dominó el torneo durante los siguientes seis años.

En 1887 se inauguró la categoría femenina, celebrada en el Philadelphia Cricket Club, y que tuvo en Ellen Hansell a la primera ganadora. Dos años más tarde, se creo el primer campeonato de dobles femenino y en 1900 vieron la luz los dobles mixtos.

Campeonato itinerante

Después de siete años, los campeonatos comenzaron a moverse por todo el país, y hasta nueve emplazamientos diferentes acogieron el evento. La competición de dobles masculino se dividió en dos fases, una en la costa este y otra en el oeste, en la que los ganadores de cada fase peleaban por determinar el vencedor final. Pero este sistema de competición fue abolido en 1920 y sustituido por el empleado en nuestros días, con la excepción de la duración de los partidos, que pasaron de ser del mejor a tres sets al mejor de cinco en 1993.

La introducción de la ‘era open’ en 1968 creó el moderno torneo que conocemos hoy. Las cinco competiciones se consolidaron en un mismo torneo, disputado en el West Side Tennis Club en Forest Hills, en el barrio de Queens (Nueva York). La suma total de dinero en premios alcanzó los 100.000 dólares y fue apropiadamente repartido entre los 96 hombres y las 63 mujeres que tomaron parte. En 1970, el US Open se convirtió en el primer torneo en introducir el tie break (muerte súbita), después de que F.D. Robbins necesitara 100 juegos para derrotar a Dick Dell.

En 1978, el torneo se mudó definitivamente a las pistas duras del USTA National Tennis Center de Flushing Meadow, en Nueva York.

De los años dorados a nuestros días
El final de los años 70 y el principio de los 80 fue la edad dorada del tenis norteamericano: los locales John McEnroe y Jimmy Connors ganaron siete títulos consecutivos entre ambos. Y el tenis femenino estaba dominado por Billie Jean King, Chris Evert y Martina Navratilova, que consiguieron un total de 14 títulos en dos décadas.

Una nueva generación de grandes talentos tomó el relevo en los 90, tras un periodo de éxitos de jugadores europeos. Pete Sampras y Andre Agassi deleitaron a los aficionados con numerosos duelos legendarios sobre la pista, y Monica Seles, Lindsay Davenport y las hermanas Williams consiguieron varios títulos en el cuadro femenino.

Escasos éxitos españoles
El tenis español no cuenta con demasiadas jornadas de gloria en el cuarto y último Grand Slam del año. Manolo Santana fue el pionero al imponerse en la edición de 1965 a Cliff Drysdale. Y tuvieron que pasar diez largos años hasta que Manuel Orantes repitiera éxito en 1975, esta vez ante el mítico Jimmy Connors. Desde entonces, tan sólo Juan Carlos Ferrero, en 2003, ha conseguido clasificarse para la final, pero cayó ante el bombardero Roddick.

En damas, únicamente Arantxa Sánchez Vicario ha inscrito su nombre en el palmarés del torneo americano. En 1992, perdió la final ante Monica Seles, de lo que se resarció en 1994, cuando se proclamó ganadora ante Steffi Graf.

 

 

Leave a Comment